Empezó a regir la quita de licencia de conducir por circular alcoholizado en la Ciudad

Empezó a regir la quita de licencia de conducir por circular alcoholizado en la Ciudad

Este martes 1 de febrero se inició una nueva era para la seguridad vial en la Ciudad de Buenos Aires. Desde dicha jornada entró en vigencia la legislación que profundiza aún más las penas para las personas que den positivo en el control de alcoholemia, con el fin de desalentar la circulación tras haber consumido estas bebidas que implican un riesgo para propios y extraños.

La medida fue creada con el aval de la Fundación Bloomberg Philanthropies, así como las organizaciones de familiares de víctimas en siniestros de tránsito.

El impacto del alcohol al volante es notorio. Se estima que uno de cada cinco siniestros fatales registrados en la Ciudad están relacionados con el consumo de alcohol. Por ello, desde 2016, cuando se impulsaron de manera masiva los controles en las calles, los mismos se incrementaron 182%, al tiempo que la cantidad de positivos disminuyó de 3,3% a 1,7%, una cifra récord.

A partir de esta nueva normativa, quienes den positivo en el examen quedarán inhabilitados. Este es un cambio muy marcado, ya que anteriormente los infractores podían regularizar su situación en un período breve de tiempo y volver a circular. En tanto, no se fijaron modificaciones al límite máximo tolerado de alcohol en sangre, que es de 0,5 gr/l para vehículos particulares, 0,2 gr/l para motociclistas y 0,0 gr/l para principiantes y conductores profesionales.

Desde este febrero, el marco legal para conducir alcoholizado queda de la siguiente manera. Todos los conductores que den positivo en un control de alcoholemia serán inhabilitados por un mínimo de dos meses, y según el dosaje que muestren, se incrementará la sanción. Si se marca entre 0,5 gr/l y 1 gr/l, la suspensión podrá llegar a 4 meses. Si se supera el gr/l, la inhabilitación podrá llegar a 2 años. Las multas, en esta ocasión, podrían llegar a los 106 mil pesos. A su vez, seguirá vigente el acarreo de vehículo y se otorga un acta provisoria por 3 días corridos (para que el conductor pueda ir a buscar su auto a la playa). Únicamente en la primera falta/contravención, si el conductor inhabilitado aprueba un curso de educación vial, el plazo de inhabilitación podría reducirse a la mitad.

El Gobierno de la Ciudad destacó los beneficios que tendrá este cambio en la seguridad vial.  “Tenemos que ser firmes: si tomás no podés manejar, es una gran irresponsabilidad, no solamente es un riesgo para el que maneja, sino también para todos los demás. Queremos reducir al 50% las muertes por tránsito para 2030 y por ese camino ya estamos avanzando”, planteó el jefe de Gabinete, Felipe Miguel.

 

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