Bajo en 10 años el consumo de cigarillos en la Argentina

Bajo en 10 años el consumo de cigarillos en la Argentina

En 1981 en Argentina, “se fumaban 77,6 paquetes de cigarrillos por persona, -pasaron muchos años”, nuevas leyes restrictivas, aumentos de impuestos, crisis económicas y cambios culturales que implicaron que durante el año pasado cada argentino haya consumido 39,1 paquetes, –el número más bajo de los últimos 75 años.

El dato surge de estadísticas del Ministerio de Agroindustria, que calcula la cantidad de paquetes de cigarrillos vendidos en un año todo el país, lo divide por la población total calculada por el INDEC, y de ahí saca el consumo aparente por habitante, -ese promedio (39,1) cayó un 4,2% en el último año, un 17% desde 2015 (cuando eran 47,1 paquetes) y 30% en la última década, “ya que en 2008 aún se compraban 55,9 paquetes anuales por persona”, 17 más que ahora.

Frente al récord de 1981 (78 paquetes anuales per cápita), se está ya un 50% por debajo. No hay antecedentes de un consumo per cápita tan reducido como el actual desde 1944, –la época de la Segunda Guerra Mundial y del inicio del peronismo.

¿Crisis económica? ¿Mayor conciencia social? ¿Cambio cultural? Los motivos para intentar explicar esta caída en el consumo son varios, -la principal es el aumento de los precios, que forzó a muchos a reducir las cantidades o directamente a intentar dejar el hábito, -hoy un atado de 20 unidades, de primera marca, ya vale unos $ 88.

Los expertos hablan además del efecto de varias medidas adoptadas en los últimos años: “Las reformas fiscales que elevaron los impuestos y que elevaron los precios, “la prohibición de casi toda publicidad”, -la restricción de fumar en múltiples ámbitos y las fuertes advertencias gráficas en los paquetes son las claves para entender la disminución”, -considera Verónica Schoj, directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles de la Secretaría de Salud de la Nación, -según la médica, el informe tiene datos “crudos y preliminares”, que sostendrían la hipótesis de que el consumo estaría disminuyendo.

De todos modos, remarca que eso se podrá confirmar recién en dos semanas, con los resultados de la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo; -“Estos números nos alegran, pero aún debemos esperar, -hay que saber que en Argentina se mueren 40 mil personas por año por el consumo de cigarrillos y que genera el 10% del gasto total de la salud pública”, -desde el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo en la Ciudad de Buenos Aires, su director, Sergio López Costa, aseguró que en Buenos Aires se fuma cada vez menos y para confirmarlo utiliza las cifras que surgen de la cantidad de personas que consultan en los centros de informes para dejar el hábito.

En total, los pedidos de ayuda para romper ese lazo con el cigarrillo aumentó un 38% en dos años: “En 2016 hubo 13.604 consultas, en 2017 se realizaron 16.352, mientras que en 2018 fueron 18.840”, dice el médico especialista, -eso equivale a dos pedidos de ayuda por hora; López Costa agrega que en los últimos años debieron crear más centros de consultas porque la demanda era cada vez mayor.

“Tenemos 32 centros distribuidos en toda la Ciudad donde la gente puede sacar turno y atenderse de manera gratuita con especialistas. Algunos de manera individual y otros de manera grupal”, suma, -fuentes del sector tabacalero, que pidieron no ser identificadas, “lo que interpretan es que los datos de Agroindustria no implican necesariamente que las ventas hayan caído, sino que se habría disparado el consumo de productos ilegales, que no queda registrado”.

En ese mercado afirman que un “creciente” contrabando desde Paraguay, los paquetes con estampillas falsificadas y la adulteración de marcas son en realidad las claves para entender esos números. En la secretaría de Salud, de todos modos, opinan que todo eso no alcanzaría para explicar todo lo que se redujo la venta en los últimos años, -otra advertencia que preocupa y que muestra un ascenso cada vez más marcado es el cigarrillo electrónico, “prohibido por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desde 2011”.

Maria F.