Los gimnasios cumplen 6 meses sin abrir y piden ayuda económica urgente

Los gimnasios cumplen 6 meses sin abrir y piden ayuda económica urgente

Desde que el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio impuso el cierre de las actividades económicas no esenciales, la gran mayoría de ellas fue reabriendo paulatinamente en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, hubo algunas que aún no consiguieron la «luz al final del túnel» por tratarse de espacios cerrados o con alto riesgo de contagio de Covid.

Los gimnasios y natatorios son unos de ellos. Estos locales están cerrados desde entonces, y por estos días ya acumulan medio año sin poder abrir. Por eso, su situación es cada vez más «desesperante», como la califican, y ante esta realidad se acercaron el pasado 10 de septiembre a la sede de la Legislatura porteña a reclamar «urgente ayuda económica» y que se aceleren los permisos para poder retomar la actividad.

La protesta la encabezó «Gimnasios unidos». El lugar elegido se debió a que la intención prioritaria es que se incorporen los gimnasios y los natatorios a la ley que el cuerpo legislativo de la Ciudad Autónoma aprobó días atrás, que otorga un período de seis meses sin cobrar Ingresos Brutos a locales gastronómicos y de la construcción. Por ello, entablaron diálogo con legisladores oficialistas y opositores, aunque no hubo certidumbre de que vaya a ocurrir lo que demandaron.

Asimismo, se llevaron la promesa de que pronto serán recibidos por autoridades del área de Salud del Gobierno porteño, para avanzar con la autorización del protocolo, requisito previo para la habilitación de esta actividad, que aún no tiene fecha. Entre los dueños de gimnasios, el cuestionamiento tiene que ver con que de acuerdo a su relato, su actividad es «esencial», y «auxiliar de salud», y que por ello deberían poder estar prestando servicio.

Asimismo señalan que el protocolo que presentaron y el doctor Daniel Stamboulian aprobó prevé distintos controles y organización que hacen compleja la posibilidad de contagios. Entre los puntos más destacados, se establece un sistema de turnos, se exige la higienización de máquinas cada una hora, el establecimiento de postas de alcohol en gel y se reduce la concurrencia a las salas de acuerdo a la capacidad que los mismos tengan.

Respecto a los natatorios, estos sostienen que su protocolo delimita entradas y salidas de los vestuarios y la sanitización del lugar y los elementos, además de resaltar que «el agua no es un factor de contagio», por lo que no hay riesgo al practicar la natación.

Sin embargo, pasado el fin de semana, las declaraciones del ministro Fernán Quirós volvieron a enfriar la posibilidad de un pronto retorno de esta actividad. En su conferencia de prensa diaria de este 14 de septiembre, el funcionario del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta destacó que «la curva está todavía alta» para permitir la utilización de espacios cerrados, y que por esa causa, la administración porteña prioriza las superficies abiertas. En estos lugares sí está habilitada la práctica de actividad física, ya sin límite de horario.

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