El Gobierno de la Ciudad prepara protocolos para los turistas que vengan en el verano
La temporada de verano está cada vez más cerca en el horizonte, y pese al inusual panorama, se prevé que miles de personas arriben a la Ciudad de Buenos Aires a realizar turismo. Si bien se estima que el precio del dólar atraerá a muchas personas de países limítrofes, que serán habilitados a ingresar desde esta semana, las limitaciones para viajar podría generar también un auge de turismo interno desde las distintas provincias hacia la capital argentina.
Ante este panorama, el Gobierno porteño comenzó a elaborar un protocolo para regular el ingreso y egreso de la Ciudad, considerando que si bien los casos de coronavirus se presentan en descenso hace varias semanas, aún no está ganada la batalla contra la pandemia.
En ese sentido, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta adelantó a distintos medios que se dividirán a los turistas dependiendo la forma en que arriben. Así, habrá tres grupos: quienes lleguen en auto, en micro o en avión, al tiempo que también se diferenciará a los provenientes desde otros países, desde el interior argentino y los propios porteños que viajen y deban regresar a sus hogares, que en los hechos se convertirán también dentro de este estatus al momento de volver a Buenos Aires.
Por el momento, no hay información oficial. Pero las versiones indican que a aquellos que lleguen desde el interior o el exterior del país, se les realizará el test o exigirá el resultado de un PCR, para saber que no son portadores del Covid-19. La procedencia de turistas no sería libre como en otras ocasiones, sino que se podría fijar un cupo para evitar que la cantidad de personas en la Ciudad sea alta y ponga en riesgo al sistema de salud en el caso de que se de un rebrote.
En tanto, el principal interrogante pasa por cómo abordar la cuestión de los porteños que viajen a distintos destinos turísticos y regresen. El inconveniente allí tiene que ver con la cantidad de viajeros y sobretodo por el momento en que lo hacen, que suele concentrarse en los fines de semana y los recambios de quincena. Exigir un hisopado sería impracticable si se mantienen los niveles de movimiento en las rutas, y a la vez esa circulación de personas desde varios lugares disímiles podría generar contagios masivos.
Para la llegada de la temporada veraniega faltan menos de dos meses, y para las próximas semanas se esperan definiciones al respecto. Las mismas incluirían negociaciones con la Provincia de Buenos Aires para tener protocolos similares, con intervención del Ministerio de Turismo nacional.