Legisladores y autoridades celebraron el 90º aniversario del Palacio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Un inusual clima de concordia política y celebración dominó este miércoles 13 de octubre el acto realizado por el 90º aniversario del Palacio Legislativo, donde funciona la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
El evento se hizo en el salón Dorado Hipólito Yrigoyen del edificio de Perú 160, y participaron del mismo legisladores, funcionarios parlamentarios y empleados legislativos. El actual titular de la Legislatura, Agustín Forchieri, lo encabezó, y la vicepresidenta segunda, María Rosa Muiños, hizo también uso de la palabra. Dentro de las actividades por la efeméride, se presentó un libro que repasa la historia del edificio, con ilustraciones fotográficas del del edificio y referencias a su valor arquitectónico, cultural e histórico.
Forchieri, de Juntos por el Cambio, destacó que el Palacio es punto de “encuentros, consensos, disensos, debates acalorados y de lograr el diálogo, la tolerancia y la paz para los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires”. A su vez, Muiños hizo foco en las tareas de refacción sostenidas con el fin de mantener el cuidado de su infraestructura, y reconoció la tarea de todo el personal de la Legislatura porteña. Roy Cortina, vicepresidente Tercero, también habló, y recordó la importancia que tiene contar con esta sede para la autonomía que fue adquiriendo el distrito porteño.
La historia del Palacio Legislativo
La idea de contar con un edificio propio para el Concejo Deliberante de Buenos Aires provino de los concejales del Partido Socialista, que presentaron un proyecto para dejar el inmueble que ocupaban en la Manzana de las Luces. El gobierno radical dio el visto bueno, que se sumó al aval de los conservadores. Para 1926, entonces, se eligió el solar de la calle Perú entre Victoria –luego denominada Hipólito Yrigoyen- y la recién abierta Diagonal Sur, y para noviembre de ese año se colocó la piedra fundamental. La construcción demandó seis años, y finalmente el sábado 3 de octubre de 1931 se produjo la inauguración.
Arquitectónicamente, el edificio posee la inspiración del academicismo de Francia, junto a otras influencias que recibió Héctor Ayerza, director que tuvo a su cargo la obra. El lugar fue adquiriendo relevancia histórica en las siguientes décadas: funcionó allí el emblemático despacho del entonces coronel Juan Domingo Perón, cuando se hizo cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión en 1943. En el tramo final del gobierno peronista pasó directamente a ser la sede del Ministerio, y en 1952 se velaron allí los restos de Eva Perón.
Caído el peronismo, fue sede de organismos de menor rango y hasta ofició de museo para la exhibición de muestras culturales. Con la restitución definitiva de la democracia, en 1983, volvió a sus orígenes, siendo el edificio del Concejo Deliberante. Con la elaboración de la Constitución de la Ciudad Autónoma, que dejó sin efecto esta institución, fue derivado a ser sede de la Legislatura. El 1 de marzo de 1999, se abrieron por primera vez las sesiones ordinarias, como viene ocurriendo hace 22 años.