El Hospital Fernández suma dos nuevos quirófanos con tecnología avanzada

El Hospital Fernández, referente de la medicina pública porteña, inauguró los quirófanos 2 y 3 como parte de una remodelación total impulsada por la Fundación Fernández.
El acto, celebrado el lunes 26 de mayo, fue mucho más que un corte de cinta: se trató de una contundente señal de lo que puede lograrse cuando el compromiso social, la inversión privada y el Estado se unen para transformar el sistema de salud.
“Sentimos pasión por ayudar”, reafirmaron los miembros de la Fundación Fernández durante la ceremonia que congregó a autoridades sanitarias, donantes, profesionales de la salud y referentes sociales.
Las palabras resonaron como una declaración de principios y también como una promesa: la de seguir mejorando las condiciones en que miles de personas acceden a cirugías de alta complejidad cada año en el hospital.
El evento contó con la presencia del ministro de Salud porteño, Dr. Fernán Quirós, quien destacó la importancia de la articulación entre los sectores público y privado para mejorar la infraestructura hospitalaria.
También participaron el director del hospital, Dr. Carlos Damin, la subdirectora Dra. Bibiana Amor, y Mariana Bagó, presidenta de la Fundación Fernández. Todos coincidieron en un mismo mensaje: estos nuevos quirófanos representan un salto cualitativo en la capacidad operativa del hospital.
Durante el recorrido por las instalaciones, los asistentes pudieron observar los flamantes quirófanos, completamente renovados y equipados con tecnología de última generación.
Las mejoras no son meramente estéticas: permitirán realizar cirugías de mayor complejidad y reducirán los tiempos de espera para intervenciones quirúrgicas, una demanda histórica en el sistema de salud pública.
La modernización de los quirófanos 2 y 3 forma parte de un proyecto mayor, cuyo objetivo es la renovación integral de los cuatro quirófanos principales del Hospital Fernández.
Esta ambiciosa meta fue trazada como objetivo solidario 2025 por la Fundación Fernández, una ONG que desde hace años trabaja incansablemente para fortalecer la salud pública.
Según informaron desde la entidad, los fondos provienen mayoritariamente de donaciones privadas y aportes de empresas comprometidas con la responsabilidad social empresarial.
Los avances en la infraestructura quirúrgica tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. En el Fernández, por ejemplo, se realizan unas 15.000 cirugías por año.
Contar con quirófanos más complejos y seguros no solo mejora la calidad de atención, sino que permite acortar los tiempos de internación y reduce riesgos en las intervenciones.
Además, al tratarse de un hospital escuela, la incorporación de nueva tecnología permitirá que los profesionales de la salud accedan a una formación actualizada, alineada con las prácticas internacionales.
“La tecnología por sí sola no cura, pero bien utilizada puede salvar vidas”, señaló el Dr. Damin, quien enfatizó que la capacitación del personal será tan importante como la infraestructura misma.
La subdirectora Amor, por su parte, subrayó que las nuevas condiciones permiten atender una mayor cantidad de pacientes, al tiempo que mejoran las condiciones laborales del equipo médico y de enfermería.
El Hospital Fernández, situado en el barrio de Palermo, es uno de los centros de salud más prestigiosos de la Ciudad de Buenos Aires. Su historia está marcada por el esfuerzo de su comunidad médica, pero también por el permanente respaldo de la sociedad civil.
Desde la Fundación Fernández aseguran que este es un modelo a replicar: unir a todos los actores posibles detrás de un objetivo común, sin banderas políticas ni intereses ocultos.
En este sentido, la sinergia entre el sector público, el empresariado y la sociedad civil se manifestó como un caso ejemplar de gestión colaborativa.
La inversión no solo se traduce en equipos de última tecnología, sino en una apuesta por una salud pública moderna, digna y eficaz. Desde el Gobierno porteño, se comprometieron a continuar acompañando este tipo de iniciativas, que priorizan el bienestar de los pacientes.
El evento incluyó una emotiva bendición de los nuevos quirófanos, una placa conmemorativa y múltiples gestos de agradecimiento hacia todos los que hicieron posible la obra.
Hubo aplausos, abrazos y, sobre todo, una sensación de tarea cumplida. Pero también un mensaje claro: la tarea continúa, porque aún resta completar la renovación de los quirófanos restantes.
Como periodista y como ciudadano, no puedo más que reconocer el valor de estas iniciativas. En tiempos donde muchas veces se cuestiona la eficacia de lo público o la voluntad solidaria del empresariado, actos como el de este lunes muestran que el camino es posible.
Que la salud no puede seguir esperando, y que cuando se juntan el compromiso, la transparencia y la vocación de servicio, los resultados están a la vista.
En un país donde las urgencias son muchas, que se inauguren quirófanos modernos en un hospital público es una noticia para celebrar.